viernes, 27 de septiembre de 2013

El más maravilloso deseo cumplido.






Había una vez, una pequeña niña solitaria. Si bien ella se creía solitaria, esto no era completamente cierto, más bien todo lo contrario. Vivía junto a sus padres, padres que la amaban y cuidaban. El resto de la familia también se preocupaba de su felicidad. Cuando podían la visitaban y se preocupaban de que nada le faltara. Tampoco era cuestión de amigos, es más amigos si no le faltaban, era invitada a cumpleaños que hubiera, los amigos la adoraban. Pero, sin embargo, esta pequeña se sentía completamente solitaria. Le faltaba algo más, ese algo que todos sus amiguitos tenían. Ese algo que al vecinito amigo tenía a montones y que le colmaba tanto la paciencia. Su necesidad de compañía iba más allá. Mas allá de amigos, más allá de tíos y abuelos. Lo que realmente le hacía falta a esta niña, era un hermano. Aquella compañía que sólo se obtiene de un hermano. Esa compañía para hacer travesuras, la confianza de hermanos, ese cuidado entre ellos y lo mejor que esta niña consideraba, el tener a alguien todo el tiempo a su lado, no precisamente literal.
Una vez llegado el día navidad y de haber recibido sus regalos, la niña se fue a su dormitorio.
La mamá preocupada por la desmotivación de la niña (rara en un pequeño en día de navidad) Le pregunta que si acaso no le gustaron sus regalos. La niña con su rostro triste, le responde que sí, que sus regalos están hermanos, pero que a pesar de esto, ella cambiaría todo ellos, por un hermanito. La mamá muy emocionada tras lo dicho por su hija, decide por fin cumplir su deseo.
Al poco tiempo, a niña se enteró que su deseo tan anhelado se había realizado. Su mamá estaba embarazada, y lo mejor de todo de dos bebés.
Tiempo después, nacen aquellos bebés. Un niño y una niña. Dos pequeñas criaturas que le alegraron la vida inmensamente. La pequeña estaba más que feliz. Su deseo se había realizado doblemente.
Por primera vez sentía la experiencia de tener DOS hermanos, y sentía que era la mejor. 
La mamá nunca más vio nuevamente aquella tristeza de antes en el rostro de su hija. 
Y así fue como estos tres hermanos, fueron felices por siempre. Disfrutando de su amor, compañía y hermandad.

                                                    FIN

"Carta a Mariana", Jorge Teillier.

¿Qué película te gustaría ver?
¿Qué canción te gustaría oír?
Esta noche no tengo a nadie
A quien hacerle estas preguntas.

Me escribes desde una ciudad que odias
A las nueve y media de la noche.
Cierto, yo estaba bebiendo,
Mientras tú oías Bach y pensabas volar.

No creí que iba a recordarte
Ni creí que te acordarías de mí.
¿Por qué me escribiste esa carta?
Ya no podré ir solo al cine.

Es cierto que haremos el amor
Y lo haremos como me gusta a mí:
Todo un día de persianas cerradas
Hasta que tu cuerpo reemplace al sol.

Acuérdate que mi signo es Cáncer,
Pequeña Acuario, sauce llorón.
Leeremos libros de astrología
Para inventar nuevas supersticiones.

Me escribes que tendremos una casa
Aunque yo he perdido tantas casas.
Aunque tú piensas tanto en volar
Y yo con los amigos tomo demasiado.

Pero tú no vuelves de la ciudad que odias
Y estás con quien sabe qué malas compañías,
Mientras aquí hay tan pocas personas
A quien hacerles estas simples preguntas:

“Qué canción te gustaría oír,
Qué película te gustaría ver?
Y con quién te gustaría que soñáramos
Después de las nueve y media de la noche?”.